Como norma general, la madera debe lijarse siempre que se pueda en el sentido de la veta, primero con lija basta o media y acabando con lija muy fina. Se debe cambiar de lija (a más fina) en cuanto desaparezcan los arañazos dejados por la lija anterior.
Recuerda: La Lija fina: grano de 150 a 180 se utiliza para la pasada final antes del acabado. La Lija media: grano de 100 a 120 perfectas para eliminar los residuos del cortado. Y la Lija gruesa: grano de 60 a 80 este tipo de lijas se utilizan para alisar la superficie.